Se hace camino al andar

Si has estado o estás en una crisis, y no ves la salida al final, mantente quieto, cierra los ojos, respira y date unos minutos para ti. Métete en tu mundo, aíslate por un momento y permite recuperar la calma y el silencio.
Cuando al respirar notes que tus pulsaciones han bajado y el ritmo cardíaco vuelve a la normalidad, toma aire de nuevo profundamente y:
● Enfócate en dar una solución al problema. Quejarte es una vía muerta, un recurso inútil que te hunde más y más en la desesperación. Más bien, mira a tu alrededor y encuentra la manera de salir de donde estás, grita, llora, patalea, intenta todo lo que se te ocurra para salir de donde estás.
● Si la situación es tal que supera tus recursos emocionales y no puedes tú solo, pide ayuda. La perspectiva que te dan otras personas siempre será distinta de la que tú habías valorado, esto te abre puertas y te redireccióna. No sentirnos solos en el camino aligera la marcha.
● No tengas miedo al miedo, avanza aunque no veas nada. El camino sigue ahí, no se ha ido a ninguna parte, solo tienes que caminarlo. Confía en que todo saldrá bien y se valiente para seguir adelante. El sendero se abrirá delante de ti aunque no lo veas todavía.
● Cuando salgas de ese lugar, mira hacia atrás solo con la sensación de haber aprendido y de haber crecido por dentro. Agradece la experiencia porque el sufrimiento abre canales que nada más puede abrir, y gracias a ello tu mundo interior de más amplio, más rico, más sabio, más profundo. Si pasas por las situaciones pretendiendo olvidarlas para evitar el dolor, anulas el aprendizaje de las mismas. Más bien, reflexiona y analiza y sigue aumentando de tamaño..ya que esto en verdad..significa ir creciendo.